Los orígenes de la facultad se remontan al último cuarto del siglo XIX y con una fuerte vinculación a las aulas de la Facultad de Letras. En la década de 1870, se institucionaliza la enseñanza universitaria de la historia con la creación de la cátedra de “Historia de la civilización peruana” (1875), promovida por el decano y erudito español Sebastián Lorente. Más adelante se fundó la primera cátedra de sociología en 1896, cuyo primer catedrático fue Mariano H. Cornejo, la cual se convirtió en la base de los estudios de la realidad social de nuestro país, aunque sus primeros actores no fueran sociólogos como tales, sino ejercían su reflexión como una actividad secundaria.
Durante las primeras décadas del siglo XX, mientras más se asentaban nuevas tendencias teóricas influenciadas por la academia europea y norteamericana, se fue ampliando la oferta académica al interior de la Facultad de Letras. En esas mismas fechas, bajo la figura de Julio C. Tello, quien había ingresado como docente en 1919, se comenzaron a impartir los cursos en los campos de la antropología y la arqueología, a partir de 1923, además de abrir los primeros seminarios de investigación vinculados al Museo de Arqueología y Etnología de San Marcos. Por otro lado, durante estos años se vio la creación de la cátedra optativa de Geografía Social del Perú, a cargo de Ricardo Bustamante Cisneros, siendo la primera en reconocer la geografía su estatus universitario, la cual se transformó en 1928 en Geografía Humana del Perú.
En 1946, al entrar en vigencia el nuevo Estatuto Universitario creado por la Ley 10555, la Facultad de Letras creo siete institutos propios, siendo creados en los de Etnología, Arqueología e Historia, dirigidos respectivamente por Luis E. Valcárcel, Julio C. Tello y Jorge Basadre. En 1947, el rectorado crea como su dependencia directa el Instituto de Geografía, proyecto íntimamente ligado a la Sociedad Geográfica de Lima, siendo su director el Cnel. Gerardo Dianderas, catedrático de la Facultad de Ciencias, pasando en 1949 a ser una dependencia de Letras. Por otro lado, se realizó una reforma interna de la Facultad de Letras en 1956, los institutos Etnología y Arqueología se fusionaron en una sola entidad institucional, basado en el modelo americano. En ese mismo año, se crea el Instituto de Sociología, el cual se convirtió en departamento en 1961.
La institucionalización de la Facultad de Ciencias Sociales
En 1962, los institutos de la Facultad de Letras se transformaron en departamentos, con la capacidad de emitir títulos de doctorado. El 1964, la Escuela de Servicio Social -entidad creada por la Ley N°8530 del 30 de abril de 1937 y dependiente de la Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social- pasó a formar parte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a través de la Ley N°15121 del 7 de agosto de 1964, recibiendo sus egresados el título profesional de asistentes sociales, pasando de haber tenido una formación técnica a una de carácter universitario, aunque seguía siendo una carrera corta. Finalmente, el gobierno militar promulgó el Decreto Ley 17437 en 1969, el cual consolidó el régimen de los departamentos académicos, creándose el Departamento de Ciencias Históricos-Sociales, donde se aglutinaron los departamentos de Historia, Sociología, Etnología y Arqueología, Geografía y Servicio Social, con la capacidad de emitir grados académicos de pre y posgrado.
En conformidad con la Ley Universitaria N°23733 de 1984, la universidad estableció una nueva estructura académico-administrativa, la cual se materializó en el Estatuto promulgado el 22 de septiembre por la Asamblea Estatutaria y publicada a través de la Resolución Rectoral N°78337. De esta restructuración académica nació la creación de la Facultad de Ciencias Sociales. La creación de esta entidad se gestó a partir de las bases del Departamento de Ciencias Histórico-Sociales de la Facultad de Letras, pero con algunas modificaciones respecto a su estructura original de 1969. En 1973, el programa de Servicio Social pasó a llamarse Trabajo Social y en 1975, el programa de Antropología se desdobló, surgiendo el departamento de Arqueología. Estos programas se transformaron en Escuelas Académico-Profesionales con la reestructuración de 1984.
El caso de la Escuela Profesional de Geografía es particular, ya que fue separada de la Facultad de Ciencias Sociales con la reorganización de 1984, cuando desapareció el Departamento de Ciencias Histórico-Sociales, pasando a formar parte de la Facultad de Geología, Minas, Metalurgia, Ciencias Geográficas y Mecánica de Fluidos según el Estatuto. En 1995, la Comisión Reorganizadora (1995-2000) tomó la decisión de clausurar el programa. Sin embargo, como parte de un nuevo proceso de reestructuración, la EAP de Geografía volvió a reabrirse y pasó a formar parte de la Facultad de Ciencias Sociales en 1999.
En la actualidad, tras la aprobación y publicación del Estatuto Universitario de 2016, producto de la Ley Universitaria N°30220, las Escuelas Académicos-Profesionales y sus respectivos Direcciones Académicas, pasaron a ser Departamentos Académicos y Escuelas Profesionales, continuando las seis escuelas y departamentos vigentes desde la reincorporación de Geografía en 1999. Por otro lado, la nueva normativa de la universidad contempló la incorporación del Seminario de Historia Rural Andina, fundado en 1966 por el historiador Pablo Macera, a la Facultad de Ciencias Sociales, como instituto de investigación dependiente de la nuestra institución.